Pedimos a Ebrard congruencia ambiental

En los hechos, abandonó los objetivos del Plan Verde

16 noviembre 2010. En la víspera del inicio de la Cumbre Climática Mundial de Alcaldes (CCLIMA), organizaciones de la sociedad civil solicitan al jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, ser congruente con el liderazgo que en materia internacional quiere encabezar y que no se desvíe del modelo de ciudad sustentable que ofreció para la Ciudad de México al iniciar su gestión.

Las organizaciones -entre las cuales está El Poder del Consumidor- reconocen los compromisos que la administración de Marcelo Ebrard asumió para que la capital del país llegue a transformarse en una ciudad sustentable, como es el caso del Plan Verde, la Estrategia y el Programa de Acción Climática, el Metrobús, el programa de bicicletas, el impulso a las azoteas verdes y el que se tenga una Comisión Interinstitucional de Cambio Climático.

Pero también expresan su preocupación por otras decisiones que constituyen un claro retroceso en este camino. La decisión del gobierno de la Ciudad de México de construir la Supervía Poniente y la de continuar la construcción del segundo piso del Periférico representan una medida para incentivar el uso del automóvil. Ambas decisiones están en contra de una visión de ciudad sustentable y contravienen los propios objetivos establecidos por la actual administración del DF, tanto en el Plan Verde de la Ciudad de México como en el Programa de Acción Climática 2008-2012.

En dichos documentos se establecen como objetivos «recuperar las vialidades para el transporte colectivo eficiente, menos contaminante y de calidad. Para ello se plantea reducir la cantidad de vehículos, mejorar el transporte público y promover el uso de la bicicleta». También se plantea: «En el contexto de movilidad, la ampliación y la mejora del transporte público, la ampliación de la infraestructura para las formas de transporte más sustentable y el cambio en los hábitos de uso de transporte hacia la movilidad no motorizada, constituyen un grupo de acciones y políticas públicas que se proponen, a la vez, garantizar la movilidad de bienes y personas y reducir las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) a la atmósfera».

Sorprendentemente, en sentido inverso a sus propios planes y programas, el gobierno capitalino insiste en construir más vialidades para los automóviles particulares, a pesar de que los autos son responsables del 48% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la Zona Metropolitana del Valle de México y que constituyen una de las principales fuentes emisoras de GEI, responsables del calentamiento global.

Lo que la ciudad requiere para alcanzar los objetivos de mitigación y convertirse en una ciudad baja en carbono es que el gobierno del Distrito Federal cumpla su compromiso de construir diez líneas de Metrobús y 300 kilómetros de ciclovías, lo cual sí constituye una medida real de mitigación al cambio climático.

Por otra parte, la construcción de la línea 12 del Metro implicará mayor presión sobre los suelos de conservación de Tláhuac, pues derivará en un incremento poblacional sobre una zona en la que existen importantes reservas de mantos acuíferos. Esta obra pone en evidencia la urgencia de que la planeación urbana se realice articulando las políticas de desarrollo, movilidad y protección al medio ambiente.

En lo que se refiere a calidad del aire, si bien este año se llegó a 186 días en los que no se han rebasado los límites establecidos por la Norma Oficial Mexicana para protección de la salud por ozono, que se ubican en 100 puntos Imeca, dicha norma se violó 129 días del año, lo cual indica que aún queda un gran camino por recorrer en este tema, y que difícilmente se avanzará con obras como los segundos pisos y la Supervía.

Al respecto, es necesario también actualizar el Programa de Contingencias Metropolitanas y disminuir la contaminación del aire en más de 50% para cumplir con los límites que establecen las normas oficiales mexicanas para la protección a la salud. De igual forma, a fin de reducir la contaminación por partículas PM10 y PM2.5 -las últimas son más peligrosas, pues penetran directamente hasta los alveolos pulmonares pudiendo causar la muerte por exposición crónica- es importante que el gobierno capitalino continúe presionando a Petróleos Mexicanos para que cumpla con la Norma 086, que lo obliga a distribuir diesel ultra bajo azufre desde 2009.

Por otra parte, consideramos que el gobierno del Distrito Federal está perdiendo una gran oportunidad para difundir y hacer llegar a los ciudadanos tecnologías adecuadas para el ahorro de agua, el uso eficiente de la energía, y demás técnicas de sustentabilidad, a través de programas de financiamiento accesible para los habitantes de la ciudad, lo cual redundaría en un beneficio ambiental para todos los capitalinos.

La presencia de alcaldes de decenas de ciudades de todo el mundo constituye una oportunidad única para que el Distrito Federal difunda lo que ha hecho pero para que también asuma los retos que aún enfrenta en materia de protección al medio ambiente y retome el modelo de ciudad sustentable al que todos aspiramos.

Entre los retos a resolver resaltan también:

1.La deficiente calidad del agua en varias delegaciones de la Ciudad de México, tal y como lo reconoció la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) en su Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal de agosto del 2009.
2.El incumplimiento de la gran mayoría de los capitalinos y las autoridades de la Ley de Residuos Sólidos -que no obstante haber sido publicada en octubre del 2004, es letra muerta- y la necesidad de contar con una política pública integral del manejo de los residuos sólidos, ya que ante el inminente cierre del Bordo Poniente, no se sabe a dónde irá a dar toda la basura que se genera en el DF.
3.La pérdida del suelo de conservación, reconocida recientemente por la secretaria del Medio Ambiente en su comparecencia ante la Asamblea Legislativa, cuando señaló que de las 87 mil 124 hectáreas de conservación del DF, 2 mil 151 están ocupadas por 553 asentamientos irregulares. Esto a pesar de que en el Plan Verde de la Ciudad de México se establece como meta «alcanzar el crecimiento cero de asentamientos humanos irregulares en el Suelo de Conservación».
4.El derribo indiscriminado de miles de árboles y la poda incorrecta de miles más.
5.La pérdida creciente de barrancas por asentamientos irregulares sin que autoridad alguna tome cartas en el asunto.
6.No se cuenta con programas de fondo para la inyección de agua de lluvia al subsuelo, que evitarían el hundimiento acelerado de amplias zonas de la ciudad.

Organizaciones que suscriben por orden alfabético:

Alconsumidor, A.C.
Bicitekas, A.C.
Centro de Derechos Humanos Fr. Francisco de Vitoria, O.P.A.C.
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C.
Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA)
Centro Nacional de Comunicación Social, A.C. (CENCOS)
El Poder del Consumidor, A.C.
Frente Amplio Opositor a la Supervía
Grupo de Estudios Ambientales, A.C. (GEA)
Litiga, Organización de Litigio Estratégico en Derechos Humanos, A.C.
Mujer y Medio Ambiente, A.C.