Obligan a Kellogg´s a retirar productos

28 millones de cajas de cereal, por provocar náuseas y diarrea

27 julio 2010. Cuando la compañía Kellogg’s retiró cerca de 28 millones de cajas de cereal de los estantes de supermercados el mes pasado, en los Estados Unidos, nada se dijo ni hizo en México. La compañía declaró que sólo era por un mal aroma proveniente de los empaques que podría causar náuseas y diarrea. Sin embargo, el culpable detrás de la retirada es un producto químico derivado del petróleo.

La organización sin fines de lucro Grupo de Trabajo Ambiental (EWG, por su sigla en inglés) informó que el hidrocarburo metilnaftaleno, que el gobierno todavía tiene que evaluar por posible carcinogénesis humana, es el verdadero motivo que está detrás de la retirada de los productos de los anaqueles.

Para el EWG y otros grupos de defensa de la salud pública, la presencia de un químico -cuyo riesgo aún no ha sido suficientemente evaluado- en productos tan populares como los cereales de Kellogg’s fortalece el caso para la reforma de la seguridad alimentaria, asunto que permanece estancado en el Senado de Estados Unidos.

«Hay potencialmente miles de productos químicos que podrían filtrarse fuera de estos materiales en nuestros alimentos,» dijo Jane Houlihan, vice presidenta de investigación del EWG. «En este caso, fue metilnaftaleno y otros hidrocarburos lo que contenían las cajas de sus cereales. ¿Por qué Kellogg’s no dice el nombre del compuesto? ¿Qué necesitan para ser más concretos o certeros acerca de lo que exactamente encontraron?»

Un proyecto de ley de seguridad de los alimentos fue aprobado por la Asamblea hace un año: la FDA (Food and Drug Administration) tendría el poder para ordenar respuestas obligatorias, en lugar de esfuerzos voluntarios como el que se inició con Kellogg’s. Pero la legislación está en el limbo, ya que la industria se mantiene cabildeando en las oficinas de la senadora Dianne Feinstein de California, quien promueve la prohibición de otro químico usado en los contenedores de alimentos y no hay claridad sobre su seguridad: el bisfenol A.

Sarah Klein, una abogada del Centro para las Ciencias del Interés Público, comentó que las disposiciones de retirada obligatoria como parte de las medidas de seguridad proporcionará una mayor protección a los consumidores en el caso de los peligros de embalaje, como es el caso de Kellogg’s. Añadió, “en este caso en particular, está claro que la FDA necesita revisar mejor el empaquetado de los productos para los consumidores y este químico que se ha identificado como un problema”.

Kellogg’s consultó a toxicólogos y químicos independientes antes de encontrar “altos niveles de hidrocarburos, incluyendo el metilnaftaleno” como la fuente de los defectos en el aroma y sabor en el cereal, comentó el vocero de la compañía J. Adaire Putnam.

“La cera de parafina es aprobada por la FDA y comúnmente utilizada como una capa protectora para algunos alimentos como quesos, frutas y verduras crudas”, comentó. “Hemos verificado que los niveles de hidrocarburos no estén presentes a grados que dañen la salud. Estamos trabajando con nuestros proveedores para asegurar que esta situación no vuelva a suceder”. Putnam no quiso dar el nombre de otros hidrocarburos encontrados en las cajas de cereal ni declarar acerca de si la compañía respaldaría el llamado del EWG para que la FDA incremente las pruebas en los empaques de los alimentos.

Scott Openshaw, un vocero de la Asociación de Fabricantes de Abarrotes, no quiso comentar detalles del caso de Kellogg’s, pero afirmó que apoyan la seguridad en el empaquetado de las industrias: “Nosotros tomamos muy seriamente ese tipo de responsabilidades”. Openshaw dijo que “las empresas de alimentos y bebidas deberían apegarse a prácticas más rigurosas de fabricación para asegurarse de que los empaques sean seguros».

Agencias citan falta de datos
En este reporte, EWG destacó que la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos y la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades (un departamento del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) citaron la falta de datos para no asegurar que el metilnaftaleno es cancerígeno para humanos. El grupo de abogados exhortó a Kellogg’s a que un tercer laboratorio examine las cajas de cereales y recomendó leyes más estrictas para la seguridad de los alimentos.

Cuando este tipo de alimentos son tan populares entre los niños y se retiran de la venta en cantidades tan altas, es claro que nuestro sistema de seguridad alimentaria no está funcionando, comentó la semana pasada la republicana Rosa DeLauro, de Connecticut.