Obesidad y refrescos: rostros de una epidemia en el Senado
• Se busca sensibilizar a los legisladores y la población general sobre los efectos nocivos en la salud que ocasiona la ingesta de refrescos, principalmente por obesidad.
• Llaman a aumentar la propuesta de impuesto del Ejecutivo Federal de $1 a $2 pesos por litro de refresco para generar un mayor impacto en la salud.
• México es el primer consumidor de refrescos a nivel mundial, con 163.3 litros por persona al año.
19 septiembre 2013. La exposición fotográfica “Obesidad y refrescos: los rostros de una epidemia”, inaugurada este martes 17 de septiembre de 2013, es un esfuerzo más de la senadora Marcela Torres Peimbert y de la ALIANZA POR LA SALUD ALIMENTARIA —de la que somos parte—, cuyo objetivo es sensibilizar a los legisladores y la población en general sobre el impacto negativo en salud que tiene el consumo excesivo de refrescos.
En el marco de la discusión de la Reforma Hacendaria en el Congreso y la inclusión de un Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas por su incidencia en la obesidad y en enfermedades crónicas como la diabetes, esta exposición servirá para continuar evidenciando la importancia de esta medida de salud, que cuenta con el respaldo de Enrique Peña Nieto, presidente de la República, Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda, así como de más de 50 legisladores y numerosas organizaciones de la sociedad civil.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el sobrepeso y la obesidad se han convertido en uno de los mayores problemas de salud pública para los países.
En el caso de México, los índices de sobrepeso y obesidad se han triplicado desde 1980, especialmente entre los adultos, lo que se refleja en las cifras actuales que señalan a 39.05% de los adultos mayores de 20 años con sobrepeso y 32.15% con obesidad, equivalente a 7 de cada 10 mexicanos.
Esta grave situación nos ha llevado a ocupar el segundo lugar en obesidad a nivel mundial, así como el primer lugar en obesidad en mujeres (37.5%).
En este contexto, es imprescindible la promoción de una alimentación sana, disminuyendo los factores de riesgo que inciden en el consumo de alimentos y bebidas con alto aporte calórico y nulo beneficio nutricional.
Dado que nuestro país es el primer consumidor e refrescos a nivel mundial, con 163.3 litros por persona al año, es necesaria la implementación de políticas públicas para desincentivar su consumo, en donde las medidas fiscales surgen como herramientas eficaces para alcanzar dicho objetivo, así como para obtener recursos para programas de prevención en obesidad, como el aumento en la disponibilidad de agua potable en espacios públicos y escuelas.
Cabe señalar que el impuesto a los refrescos y las bebidas azucaradas generará grandes beneficios en salud para la población y ayudará a solventar gastos de atención de las enfermedades relacionadas a la obesidad.
Para alcanzar esto, es necesario aumentar la propuesta de gravamen del Ejecutivo Federal de $1 a $2 pesos por litro, lo cual disminuiría el consumo en 26% (de 163 a 120 litros por persona al año) y generaría entre $22,000 y $24,000 millones de pesos que tendrán que estar destinados a programas de prevención de la obesidad y sus complicaciones, principalmente el acceso al agua potable en escuelas y espacios públicos.
La exposición estará disponible desde el 17 hasta el 20 de septiembre de 2013 en el Senado de la República.
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