Más cesáreas y menos lactancia: causas de obesidad

22 enero, 2013 | : Salud, Salud nutricional

22 enero 2013. Los primeros factores que aumentan considerablemente el riesgo de obesidad en los niños y niñas al nacer y durante sus primeros años, son la cesárea y la alimentación con sustitutos de leche materna, reveló hoy El Poder del Consumidor.

De acuerdo a la información más reciente de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT 2012), México ocupa el primer lugar en cesáreas en todo el mundo y uno de los niveles más bajos de lactancia materna, ambas situaciones incrementan el riesgo de obesidad, afirmó Alejandro Calvillo, nuestro director de El Poder del Consumidor.

“La causa central del aumento de las cesáreas y de la caída de la lactancia materna es la falta de regulaciones que protejan la salud pública de los intereses económicos de los prestadores de servicios de salud y de la industria de los sucedáneos de la leche materna. Esta imposición ha ido acompañada de una profunda desinformación que existe entre la población sobre los riesgos para la salud de estas prácticas”, añadió Calvillo.

Nuestro director reiteró la urgencia de tener una política integral de combate a la obesidad que retome y convierta en ley los 10 objetivos del Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria (ANSA) entre los cuales está promover la lactancia materna, bajar el consumo de bebidas azucaradas y regular los etiquetados de los productos para que ofrezcan información veraz a los consumidores, entre otras medidas.

 

Lactancia

Xaviera Cabada, M. en C. de Nutrición, nuestra coordinadora del área de salud alimentaria de El Poder del Consumidor, señaló que la ENSANUT 2012 señala que el porcentaje de las mujeres que no amamantan es de 85.6% quedando sólo un 14.4% que amamantan a sus hijos de forma exclusiva los primeros seis meses de vida, en 2006 esta cantidad era del 22.3%. Este drástico descenso se dio en el último sexenio, lo cual se puede atribuir a la ausencia de regulaciones en la materia que existen en el país.

En comparación con la situación internacional, México presenta el menor índice de lactancia materna exclusiva (primeros seis meses de vida) en toda América Latina y presenta uno de los más bajos a escala mundial.

Existe evidencia científica de la asociación entre la ausencia de lactancia materna y aumento en el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades coronarias, así como enfermedades gastrointestinales y alergias. Existen varias explicaciones ante esta asociación. Una de las principales razones es que se ha visto que cuando los bebés son alimentados con biberón no hay una autoregulación en la cantidad de alimento ingerido. A largo plazo se va provocando una ligera distención abdominal entre los niños, esto es porque se ingiere mayor cantidad de la que se consume a través del seno materno. La alimentación a través de biberón fomenta una mayor ingesta calórica entre los infantes.

Por otro lado, las fórmulas lácteas contienen azúcar añadida en cantidades elevadas. Existen fórmulas lácteas para bebés en el mercado que contienen desde 28% hasta 54% de azúcares totales. De esos azucares totales casi la mitad son azúcares añadidos cuando la recomendación por los organismos tanto nacionales como internacionales es no administrar a lactantes azúcar añadida.

Un bebé que es alimentado con fórmula consume alrededor de tres a seis cucharadas cafeteras de azúcar diarias, de manera continua hasta al menos un año de edad. Xaviera Cabada explicó que la lactancia natural exclusiva durante los primeros seis meses de vida reduce el riesgo de obesidad, estimula el funcionamiento del sistema inmunológico, protege a los bebés contra la diarrea y las infecciones respiratorias agudas –dos de las principales causas de mortalidad infantil en el mundo en desarrollo– y mejora su respuesta a las vacunas.

“En México se requiere que haya una ley integral que regule a la industria y que abarque sanciones fuertes en los casos en donde haya alguna violación. Sólo así se podrá detener las multimillonarias prácticas de mercadeo de la mayoría de las grandes trasnacionales que violan los códigos internacionales”, afirmó Cabada.

 

Cesáreas

Por su parte, Katia García, nutrióloga, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor, señaló que a pesar de que la cesárea era indicada únicamente como una alternativa de último recurso, México es el país con más cesáreas en el mundo, ya que el porcentaje total de nacimientos por cesáreas reportado para 2012 fue de 45.2% (20.5% programado y 25.7% por urgencias), el cual es alarmante ya que supera por mucho el límite máximo recomendado por las propias regulaciones mexicanas que es de 20%.

Actualmente, el nacimiento por cesárea en México se da prácticamente en uno de cada dos casos y llega en el sector privado a cerca del 70% (69.8%) de los nacimientos. Esto ha convertido a México, en el país con más cesáreas en el mundo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya que no existe justificación para un porcentaje de nacimientos por cesárea superior a un 10-15%. No obstante, en los últimos 30 años las cesáreas han tenido un aumento progresivo a nivel mundial. Incluso la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) estimó que si durante los próximos 5 años se reducen 1,607,555 cesáreas, se ahorrarían $12,847,718,637.57 pesos.

García señaló que se tiene evidencia de que los infantes nacidos mediante cesárea pueden tener mayor riesgo de presentar obesidad. Primero porque el bebé que es llevado al cunero, recibe fórmula como primer alimento y tanto madre como hijo pierden ese primer momento para hacer una conexión, tanto psicológica como emocional. Adicionalmente, el bebé pierde ese primer instinto de succión al ser separado de su madre.

Además, una investigación publicada en Archive of Childhood Diseases encontró que los niños nacidos por cesárea presentaron el doble de obesidad a los tres años de nacidos que los nacidos vía vaginal; es decir 15.7% de los niños nacidos por cesárea presentaron obesidad a los tres años de nacidos; en cambio, sólo 7.5% de los niños nacidos vía vaginal presentó obesidad.

Por otra parte, un estudio recientemente publicado en Journal of Biosciences encontró que la microbiota intestinal de los infantes nacidos por cesárea estuvo caracterizada por ausencia de bifidobacterias. La microbiota intestinal se considera un nuevo factor implicado en la regulación del peso corporal y las enfermedades asociadas a la obesidad, dada su influencia en las funciones metabólicas, lo cual puede influir en el desarrollo de resistencia a la insulina y en el aumento del peso corporal.

En diversos países del mundo se han desarrollado políticas públicas para disminuir las cesáreas. Las más destacadas, que demandamos sean implementadas en México son:

  • • Intervenciones educativas durante la gestación.
  • • Elección informada basada en la comprensión integral de todas las opciones y de sus posibles riesgos y beneficios.
  • • Requisito de una segunda opinión antes de realizar una cesárea.
  • • Definición precisa de las razones para llevar a cabo una cesárea.
  • • Monitoreo de los porcentajes individuales de cesáreas entre los obstetras de los hospitales.
  • • Introducción de un sistema de auditoría sobre las tasas de cesáreas).

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Cesáreas y lactancia en México > descargar (PDF, 6.13 Mb)

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