Aprende a comer, campaña por la salud

8 septiembre, 2010 | : Talleres, Salud nutricional

El Poder del Consumidor, junto con la Asamblea Legislativa del DF, la Secretaría de Educación, la Secretaría de Salud, el DIF y más de 10 dependencias del gobierno del Distrito Federal lanzaron la campaña de orientación alimentaria “Aprende a Comer” que incluye la difusión de cientos de miles de carteles que serán expuestos en espacios públicos y en el transporte colectivo.

La campaña “Aprende a Comer” que incluye la frase “es más sano y económico”, está formada por 7 carteles y una guía alimentaria que informa sobre los riesgos de la ingesta regular de bebidas con alto contenido de azúcar, muestra la necesidad y beneficios de hidratarse con agua, promueve el consumo de cereales integrales , muestra cómo elaborar un lunch saludable para los menores, señala los beneficios que trae el consumo de frutas y verduras de temporada, promueve una visión crítica de la publicidad de comida chatarra dirigida a la infancia, expone la cantidad de cucharadas de azúcar que contienen diversos productos e informa sobre los daños en salud que generan los malos hábitos alimentarios, mostrando los beneficios de una dieta sana y equilibrada.

La orientación alimentaria es una necesidad para enfrentar los malos hábitos alimentarios que han llevado a nuestro país a ser el segundo consumidor de refrescos por persona en el mundo; a disminuir el consumo de frutas y verduras en un 30% en 14 años; reducir el consumo de frijol en aproximadamente 50% en 20 años; y sustituir el consumo de cereales integrales por harinas refinadas.

La campaña “Aprende a Comer” presenta alternativas más sanas y económicas, brindando información útil para que los consumidores puedan hacer mejores elecciones.

A continuación les presentamos una explicación del contenido de cada cartel y algo de información nutricional:

Agüita santa vs Refrescos
Los mexicanos somos la población con mayor ingesta de calorías en bebidas. México es el país con mayor consumo per cápita de refrescos en el mundo: 342 litros por persona al año lo cual supera a Estados Unidos con 314 litros. En un periodo de 14 años, el gasto para consumo de refresco se incrementó en un 40%. Es importante hacer saber a la población lo que significa consumir agua, en vez de bebidas azucaradas, por sus costos tanto en salud como en la economía de las familias. El costo del sobrepeso y la obesidad entre 2000 y 2008 ascendió a más de 144 mil millones de pesos. Es difícil que una familia pueda sopesar todos los gastos que generan las consecuencias secundarias del consumo elevado de refrescos y el bajo consumo de agua. Una de las principales preocupaciones es la diabetes y todas sus complicaciones como el pie diabético, insuficiencia renal y ceguera.

El Imperio del Azúcar
La mayoría de los productos industrializados, especialmente aquellos que son dirigidos para niños, contienen muy altas concentraciones de azúcar. Es importante informar a los consumidores cuánta azúcar están consumiendo en cada uno de los productos y los riesgos en salud que esto representa. Los índices de diabetes en menores se han incrementado considerablemente, lo cual se asocia directamente con los malos hábitos y los altos contenidos de azúcar que contienen la gran mayoría de los productos industrializados. Es importante que las madres de familia estén conscientes de lo que están dando a sus hijos.

Cereales integrales o… Harinas refinadas
Una preocupación en el sistema de salud es el el alto consumo de harinas refinadas a través de cereales que no son nutritivos, como todos aquellos que se comercializan para niños. El alto consumo de harinas refinadas también ha contribuido a que los índices de diabetes se hayan incrementado considerablemente en el país. Los cereales integrales han sido la base de nuestra alimentación por miles de años, sin embargo en las últimas décadas a través de la publicidad que se dirige a los niños se les ha inducido a consumir cereales procesados con un mínimo de fibra y altas concentraciones de azúcar (entre 25 y 40% del peso es azúcar) y sal. Es necesario que la población retome el consumo de los verdaderos cereales que son la avena, el centeno, la cebada, el arroz integral, el amaranto, el maíz y sus derivados, entre otros. No son solamente más nutritivos, también más baratos.

El plato del bien comer…El plato del mal comer
La dieta mesoamericana había estado basada en el consumo de frutas y verduras en abundancia, suficientes cereales, altas cantidades de granos y leguminosas y moderada en productos de origen animal. Esta dieta correspondía al plato del bien comer. Sin embargo, nuestros hábitos alimentarios se han deformado, hemos dejado de consumir alimentos naturales en abundancia (frutas, verduras, granos enteros, frijoles, maíz y toda la gran variedad de alimentos que nuestra dieta nos ofrece) y los hemos sustituido por alimentos procesados con altas cantidades de azúcar, grasas y sal. Por ejemplo, se observó que hubo un descenso en el consumo de frijol de un 50% en los últimos 20 años. A partir de los cambios en la vida cotidiana, nuestra alimentación se ha ido deformando con un consumo elevado de harinas refinadas, alimentos de origen animal y grasas; pocas frutas, verduras y granos. Es importante regresar a nuestros orígenes alimenticios y retomar la dieta que es nuestra. Es importante que la población conozca los riesgos que implica el mal comer para que a su vez pueda hacer cambios prácticos y eficaces.

La publicidad que produce obesos
La publicidad dirigida a niños se aprovecha de su inexperiencia y credulidad, lo cual es sumamente grave porque los productos que principalmente se promocionan para ellos son muy altos en azúcar, grasa y sal. Las estrategias publicitarias utilizan técnicas muy sofisticadas para provocar en los menores la demanda del producto. Se utilizan personajes reales o ficticios, juguetes, estampillas, se asocia el consumo del producto con aventura y superpoderes. La publicidad dirigida a los menores es una publicidad de inmersión, lo que significa que los menores son bombardeados por muy diversos medios. Por ejemplo, es difícil encontrar una camiseta o pijama para niños que no tenga un personaje de una película o serie de televisión que no esté asociado a la publicidad de comida chatarra. La publicidad busca que el niño sea un consumidor del producto o de la marca, de por vida. Se ha observado que el 80% de los niños menores de dos años ya pasan un tiempo aproximado de una a dos horas diarias viendo televisión y ya identifican las marcas y los personajes asociados a ellas.

La lonchera escolar
Se recomienda que los alimentos que un niño lleve a la escuela sean saludables. Algunas madres de familia, con el afán de ofrecer un alimento nutritivo, pero a la vez práctico, recurren a ciertos productos que no son saludables por su alto contenido en azúcares o grasas. La madre, creyendo que son saludables, los compra y los integra en la lonchera de sus hijos. Es importante orientar en relación a las opciones saludables que tienen los padres de familia para poder integrarlas a la lonchera de sus hijos. Se propone agua simple para el consumo de líquidos o alguna leche baja en grasa y sin azúcar. También añadir una fruta o verdura que sea práctica para cargar, con cáscara para que dure más tiempo a temperatura ambiente. Los cacahuates o el huevo cocido son también buenas opciones. Las opciones saludables y caseras son regularmente más baratas.

Frutas y Verduras
El consumo de frutas y verduras ha decaído drásticamente (más del 30%) en las últimas décadas. Esta es una de las principales causas del deterioro de los hábitos alimentarios entre los mexicanos. En la Encuesta Nacional de Nutrición se observó que en 7 años, el aumento de casos de sobrepeso y obesidad en niños entre 5 y 11 años de edad fue de casi el 40%. De manera segregada, el aumento de obesidad fue de 77% para niños y del 47% para niñas. Es importante que retomemos este precioso hábito, ya que las frutas y las verduras nos proveen de los minerales y vitaminas que el cuerpo necesita. Es mucho más económico y saludable consumir las frutas y verduras de la estación porque son más baratas y a la vez contienen los nutrientes que necesitamos para combatir los virus o bacterias que se presentan en las diferentes estaciones del año. Las frutas y verduras también están compuestas de cantidades suficientes de azúcares, los cuales aportan energía al cuerpo sin provocar alteraciones neurológicas como sucede con los productos industrializados que son altos en azúcar refinada. Orientar a que los niños generen el hábito del consumo de las frutas y las verduras es garantizar que de adultos las consuman y es también garantizar que tendrán mejores condiciones de salud.

Datos Adicionales
– En el 2008, la Encuesta Nacional de Salud en Escolares reportó que en sólo dos años la incidencia de sobrepeso y obesidad había aumentado a 33%; y un estudio de peso y talla en niños del Estado de México realizado en 2010 encontró que más del 35% sufre esta epidemia (Encuesta Nacional de Nutrición, 1999; Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 2006; Encuesta Nacional de Salud en Escolares y datos en prensa de la Encuesta de peso y talla en escolares del Estado de México, 2010).

– La población infantil de México es la que presenta el mayor índice de sobrepeso y obesidad infantil en el mundo. Actualmente, gran parte de los niños con sobrepeso y obesidad ya presentan los primeros signos de síndrome metabólico, que son indicadores de una alta probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus en los siguientes años (Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria, 2009. Comunicación del Dr. Abelardo Ávila del Instituto Nacional de la Nutrición).

– El sobrepeso y la obesidad son el mayor problema de salud pública del país y está rebasando la capacidad del Estado para enfrentarlo (Dr. José Ángel Córdova Villalobos. Secretario de Salud).

– Las escuelas en México se han convertido en un ambiente obesigénico, es decir, un ambiente que propicia la obesidad entre los niños. Un factor crucial es la abundante oferta de alimentos con altos contenidos de calorías, la falta de acceso a agua potable en gran parte de las escuelas, así como la baja disponibilidad de frutas y verduras (Encuesta Nacional de Salud en Escolares, 2008).

– La Organización Mundial de la Salud y varias naciones han recomendado e implementado medidas para enfrentar esta epidemia:

campañas de orientación alimentaria, alimentos y bebidas saludables en las escuelas
regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia
etiquetas frontales en alimentos y bebidas que sean sencillos y útiles a los consumidores

– Los alimentos y bebidas con altos contenidos de azúcar, grasas y sal generan malos hábitos alimentarios y adicciones desde temprana edad, las cuales pueden permanecer de por vida.

– Se requiere de un cambio en los hábitos alimentarios de los niños, reeducar su paladar hacia alimentos naturales, recuperar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales, que ha caído dramáticamente al tiempo que ha aumentado el consumo de refrescos y alimentos procesados.

– El consumo de comida chatarra no sólo produce sobrepeso y obesidad. En las comunidades más pobres contribuye a los altos índices de anemia y desnutrición. Lo que gastan los niños y niñas de comunidades pobres en la compra de comida chatarra sería suficiente para cubrir la ingesta diaria recomendada de frutas, verduras y cereales integrales.