Radiografía de… Café Olé, capuchino (281 ml., 1 vaso)

La información contenida en esta radiografía de producto, podría tener modificaciones debido a la reformulación que la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados realiza constantemente. Te sugerimos que verifiques la fecha de publicación de la radiografía.

18 noviembre, 2013 | : Análisis de productos

• Casi 7 cucharadas cafeteras de azúcar por vaso, lo cual cubre del 96 al 135% de lo que un adulto puede de consumir para todo el día.

• Es básicamente leche, azúcar + azúcar con un poco de café + sabor a café.

• No recomendado para consumo habitual.

• Mejor toma una taza de café, de preferencia de grano orgánico proveniente de pequeños productores.
 
 

18 noviembre 2013. ¡Más que café, es jarabe de azúcar!

Observa la radiografía con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.

 

Café Olé, clásico capuchino (281 ml., 1 vaso):

 

Azúcar:

33.7 gramos por envase, lo cual equivale a 6.7, es decir, casi 7 cucharadas cafeteras de azúcar. Esto cubre del 96 al 135% de lo que un adulto puede de consumir para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, pues este organismo indica que la cantidad de azúcar máxima tolerada para un adulto es de 5 a 7 cucharadas cafeteras de azúcar para todo un día (circ.ahajournals.org/content/Dietary Sugars Intake and Cardiovascular Health: A Scientific Statement From the_.pdf+html).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que no se debe superar más del 10% de las calorías totales, no excediendo 10 cucharadas de azúcar añadida para todo el día (www.who.int/dietphysicalactivity/Global Strategy on Diet, Physical Activity and Health.pdf). De acuerdo con la OMS, un solo vaso de Café Olé capuchino clásico cubre el 67% de azúcar.

Es común que las personas utilicen este tipo de cafés fríos como opción para sustituir una taza de café que suele ser estimulante, sin embargo deben considerar que al consumir un solo vaso de este producto ingieren casi 7 cucharadas cafeteras de azúcar. Esto es grave, ya que en la creencia de que solo están tomando una taza de café con algo de azúcar resulta que en realidad es un producto que puede provocar daños metabólicos ante su uso cotidiano.

 

Sodio:

129 miligramos.

¿Porqué una bebida azucarada contiene sodio?

Se ha visto que la industria de alimentos y bebidas utilizan el sodio como ingrediente para dar mayor palatabilidad a los productos.

En ocasiones también se utiliza para diluir el sabor intensamente dulce de los azucares que contienen.

Además, se ha estudiado que la combinación de azúcar, sal y/o grasa produce una sensación tan placentera que a largo plazo genera adicción (books.google.com.mx/The End of Overeating: Taking Control of the Insatiable_).

 

Ingredientes:

El primer ingrediente es leche descremada, luego agua y como tercer ingrediente es azúcar.

Es hasta el cuarto lugar que observamos el café, como extracto natural de café (sin especificar qué tipo de café).

Posteriormente, observamos que contiene crema de leche, sabor natural de café, maltodextrina (otro tipo de endulzante), difosfato de potasio y pectina.

Este producto es básicamente leche, azúcar + azúcar con un poco de café + sabor a café.

 

Etiquetado:

El etiquetado es llamativo, utiliza colores azul y café.

En el centro contiene el nombre del producto con un dibujo de una taza de café.

Parte del etiquetado es transparente mostrando el color café claro del líquido.

El etiquetado también contiene dibujos de granos de café.

En la parte inferior se observan las calorías totales en formato GDA, que es un tipo de etiquetado propuesto por la industria de bebidas y alimentos.

Sin embargo, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) ha demostrado cómo los etiquetados que propone la industria son engañosos e inducen al error, aún en personas preparadas como estudiantes de nutrición (Stern D, Tolentino L y Barquera S. Revisión del etiquetado frontal: análisis de las Guías Diarias de Alimentación (GDA) y su comprensión por estudiantes de nutrición en México. INSP, México, 2011).

Se muestra un total de 174 calorías, mas no el total de azúcar, siendo que es uno de los ingredientes principales.

Todo induce a creer que el componente principal del producto es café con un poco de leche, cuando realmente es un jarabe de azúcar con algo de café.

El consumo excesivo de azúcar, especialmente de forma líquida, provoca alteraciones en el organismo.

El consumo habitual de cantidades tan elevadas de azúcar, además de diabetes, se ha asociado con padecimientos como hipertensión, cardiopatías, dislipidemias, pancreatitis, obesidad, disfunción hepática y adicción.

El acceso fácil de bebidas azucaradas que se tiene hoy en día jamás se había visto en la historia de la humanidad.

Por ente, gran parte de la población está teniendo un consumo sumamente enaltecido (más del 200% de lo que es tolerable consumir) de azúcar.

A través de la ingesta de bebidas azucaradas, es fácil incrementar peso en periodos muy cortos por las cantidades tan elevadas de energía que se consume y su rápida absorción.

Las letras de la información nutrimental son pequeñas y son difícil leerles.

La información nutrimental que se proporciona es para una porción, pero aun así es difícil determinar que una sola bebida contiene casi 7 cucharadas cafeteras de azúcar, más del total de máxima azúcar tolerada diaria para un adulto.

El nombre mismo del producto es engañoso, ya que Café Olé hace creer que el componente principal es café, cuando en realidad es azúcar.

Es difícil determinar la cantidad de azúcar proveniente de la leche, ya que no se establece qué cantidad de leche contiene y el segundo ingrediente es agua. Sin embargo la cantidad máxima posible serían 11 gramos por vaso (gramos de hidratos de carbono provenientes de lactosa en un vaso de leche descremada), esto dejaría aún 22 gramos de azúcar añadida, lo que equivaldría a 4 cucharadas cafeteras de sólo azúcar añadida.

El etiquetado es la única orientación que el consumidor tiene para conocer cuál es la calidad nutricia de los productos industrializados.

Es importante que el etiquetado sea claro y no induzca al error, como está establecido en la Norma Oficial Mexicana de etiquetado, NOM-051-SCFI/SSA1-2010 (www.dof.gob.mx/NOM051 05/04/2010.html).

Un factor determinante para presentar mayor riesgo a padecer diabetes es el alto consumo de azúcares añadidos. Alguien que consume diario o frecuentemente este tipo de productos tiene un mucho mayor riesgo a padecer obesidad y diabetes (jama.jamanetwork.com/Sugar-Sweetened Beverages_). Una persona que toma una bebida azucarada diario tiene una mayor probabilidad de padecer diabetes, aun no teniendo la predisposición genética en un 25%.

Además de esto, se ha observado que los altos consumos de azúcar provocan adicción, por lo cual una vez que se convierte en hábito es mucho más difícil dejar de consumir (www.saber.ula.ve/bitstream/Evidence intermittent_.pdf). Esta es una razón por la que la población ha adoptado el consumo de bebidas azucaradas como parte de sus hábitos cotidianos.

 

Valoración general:

No recomendado para consumo habitual.

Se puede usar de manera ocasional y en porciones pequeñas (medio vaso contiene 3 cucharadas de azúcar, lo cual es aún elevado) o como postre.

 

Alternativa:

Una taza de café, de preferencia de grano orgánico proveniente de pequeños productores.

Esto traerá mayores beneficios al organismo, ya que el café de grano contiene antioxidantes y otros elementos importantes. Evitar café soluble tipo Nescafé.

Nota: Es importante estar alerta de los productos que se anuncian como saludables o adecuados para consumo cotidiano, ya que resultan peligrosos derivado de la creencia que estamos consumiendo algo saludable que en realidad no lo es; solo son engaños publicitarios. De esta manera, los consumidores no logramos detectar que dichos productos pueden ser nocivos para la salud. Por supuesto, es importante tener especial cuidado si hay alguna condición de diabetes o hipertensión. Los consumidores confiados en los etiquetados frontales y las leyendas más visibles, frecuentemente hacemos caso a las promociones o a la información que más se resalta en los productos.

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