Demandamos amplia mejora en Tren Ligero tras accidente
30 agosto 2011. El choque ocurrido esta mañana entre dos convoyes del Tren Ligero, que dejó más de 20 heridos, es una expresión del abandono en que se encuentra este sistema de transporte y revela la ausencia de programas de mantenimiento y de mejora continua en los sistemas de transporte público.
En El poder del Consumidor hemos destacado en varias ocasiones que instalar sistemas de transporte público es sólo un primer paso, que debe ir acompañado de programas de mantenimiento, capacitación y mejora continua. No hacerlo de esta manera significa mantener un servicio básico para la ciudadanía en condiciones de extrema fragilidad.
El accidente de hoy muestra que el Tren Ligero carece de un centro de control e incluso de dispositivos de operación como los que alertan ante la proximidad a otras unidades. Todo indica que luego de 23 años de funcionamiento, su operación sigue siendo completamente manual, lo que descarga toda la responsabilidad en los conductores. En contraste, el Metro cuenta con tales dispositivos que cortan el suministro eléctrico e impiden que una unidad alcance a la que la precede.
Pero esta no es la única falla que vive este sistema.
“Este accidente confirma el abandono en que se encuentra el Tren Ligero, a pesar de ser básico para el sur de la ciudad. Podría ser un excelente servicio, de hecho cuenta con instalaciones adecuadas, pero no ha realizado inversiones para mejorar, las unidades siguen siendo pocas y de baja capacidad. En horas pico es claramente insuficiente”, señaló Gerardo Moncada, nuestro coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor.
Apenas el 20 de abril pasado, cuando ocurrió un accidente en la línea 2 del Metrobús El Poder del Consumidor demandó a las autoridades capitalinas que informaran qué medidas adoptarían para garantizar la seguridad de los usuarios del transporte público. Llamado que no tuvo una respuesta oficial.
En el caso del Tren Ligero, se recuerdan dos accidentes ocurridos años atrás que fueron atribuidos a fallas en los frenos y que causaron muertos y heridos graves. La única respuesta al respecto fue la instalación de policías y plumas en los cruceros, para impedir que los vehículos permanecieran sobre las vías cuando se aproximaran los trenes.
El Poder del Consumidor demanda que las autoridades capitalinas adopten acciones más contundentes para elevar la calidad del servicio del Tren Ligero, conformar una red con varias líneas de este servicio y, en especial, adoptar todas las medidas técnicas necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios.