Invaden colorantes los alimentos en las escuelas

5 julio 2011. La mayor parte de los alimentos y bebidas que se venden en las escuelas contienen colorantes que pueden provocar hiperactividad y déficit de atención en la población infantil, revela un estudio presentado por la plataforma de organizaciones sociales CONSUMIDORES –de la que El Poder del Consumidor es integrante–. Por ello, CONSUMIDORES demanda a la Secretaría de Educacióin Pública la salida de las escuelas de estos productos y a la Secretaría de Salud el etiquetado de todos los productos que los contengan.

Los colorantes que han sido identificados por sus efectos en la conducta de los niños y las niñas son: la tartrazina, rojo allura, amarillo ocaso, carmoisina, ponceau 4R y amarillo de quinoleína. La autoridad del Reino Unido ha establecido un etiquetado obligatorio para que todos los productos que contengan estos colorantes adviertan a los consumidores que pueden provocar hiperactividad y déficit de atención. Este etiquetado obligatorio se ha extendido a la Unión Europea. Al mismo tiempo, la autoridad inglesa ha llamado a las empresas ha establecer la prohibición voluntaria para el uso de estos colorantes.

El estudio presenta los resultados del análisis de los colorantes presentes en diferentes productos que están a disposición de los niños y niñas del país dentro de las escuelas, así como en el mercado abierto y en alimentos distribuidos a niños y bebés en programas gubernamentales. Se revisaron los colorantes que se ha demostrado están asociados con la hiperactividad y falta de atención infantil.

Se observó que una gran cantidad de productos presentan dos o tres colorantes, tanto en los que se venden en las escuelas como en una gran diversidad de productos que se consumen cotidianamente en el hogar. Este es el caso de una larga lista de productos que los consumidores no pensarían que contienen colorantes sintéticos derivados del petróleo, como la fécula de maíz “Maizena”, harina para preparar hotcakes “Gamesa” o sopas “Knorr”. En el caso de los productos que fueron adquiridos al interior de los planteles escolares, 58% contiene alguno de estos colorantes.

El reporte llama la atención que las papillas proporcionadas por diferentes programas de gobierno utilizan estos colorantes sintéticos como parte de los ingredientes. Algunos ejemplos son Nutrisano, complemento alimenticio para niños y niñas, Complemento limenticio para bebés de seis a 24 meses o Sure Nutrition, suplemento alimenticio infantil para niños de uno a 10 años.

En el Reino Unido, la autoridad aconseja a madres y padres de familia que si observan signos de hiperactividad en sus hijos eliminen de la dieta colorantes como amarillo ocaso, tartrazina, rojo allura, carmoisina, ponceau 4R y amarillo de quinoleína (FSA, 2010).

El impacto sobre la conducta de los niños y las niñas por los colorantes sintéticos en la comida chatarra, al provocar hiperactividad y déficit de atención, se convierte en un obstáculo para la educación. La permanencia de estos productos en las escuelas, incluso al terminar la implementación de los lineamientos para regular la venta de alimentos y bebidas, es decir, su etapa tres, continuará afectando la salud de los menores, su conducta y su rendimiento”, señaló Xaviera Cabada, nuestra Coordinadora de Salud Alimentaria en El Poder del Consumidor.

Por su parte, Dolores Rojas, Coordinadora de Campañas de Oxfam México, indicó: “La permanencia de los productos con colorantes identificados con el riesgo de provocar hiperactividad y déficit de atención en las escuelas significa también el desplazamiento del consumo de alimentos naturales por parte de los niños y niñas. Si el objetivo de los Lineamientos es promover buenos hábitos alimentarios entre los escolares con el consumo de alimentos naturales, esto no se logrará manteniendo estos productos al interior de las escuelas”.

Daniel Gershenson, presidente de Alconsumidor, declaró: “Es urgente que la autoridad implemente un etiquetado para que los productos que contienen colorantes que representan un riesgo, por la posibilidad de provocar hiperactividad o déficit de atención entre los menores, adviertan del riesgo que representan. Actualmente, la inexistencia de esta información viola uno de los derechos fundamentales de los consumidores: el derecho a la información.”

“Para resolver el grave problema de salud alimentaria que vive el país se requiere que el Estado desarrolle una política integral que garantice el abasto de alimentos saludables acercando los productores a los consumidores, obligando a que las escuelas sean abastecidas por los propios productores locales y de la región. Este tipo de políticas que ya se aplican en diversos países, desde Italia hasta Brasil, generan círculos virtuosos, no sólo protegen la salud, crean empleos y revitalizan las economías locales. Algo muy diferente a lo que sucede en México, donde las políticas sirven a los intereses de los monopolios, dañando a la salud de los menores y empobreciendo a las comunidades”, señaló Óscar Romero, responsable de Comunicación Social de El Barzón.

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Presencia de colorantes en productos que se venden en escuelas > descargar (PDF, 405KB)

Relación de productos y sus colorantes > descargar (PDF, 148KB)

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