Radiografía de… Cereal Fitness Fruits de Nestlé

La información contenida en esta radiografía de producto, podría tener modificaciones debido a la reformulación que la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados realiza constantemente. Te sugerimos que verifiques la fecha de publicación de la radiografía.

2 octubre, 2012 | : Análisis de productos

2 octubre 2012. Con un plato estándar de este cereal se cubre el 85% de la cantidad total de azúcar diaria que puede consumir una mujer, del 106 al 141% de la cantidad máxima tolerada para un niño y el 61% de la cantidad máxima tolerable para un hombre.

Con las cantidades tan elevadas de azúcar que contiene cada plato este producto dista mucho de ser una buena opción para mantenerse en forma y mucho menos para bajar peso, como nos lo hace creer su publicidad.

Observa la radiografía con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.

 

Cereal Fitness Fruits de Nestlé (1 porción, 40 gramos):

 

Azúcar:

Cada porción de 40 gramos contiene 10.6 gramos de azúcar, lo que equivale a dos cucharadas cafeteras.

Sin embargo, la porción que maneja el empaque es una porción pequeña (ver imagen a) y en general la población consume en promedio dos porciones que equivale a un tazón estándar (ver imagen b).

Al considerar el plato que una persona consume normalmente, el contenido de azúcar se duplica a cuatro cucharadas de azúcar añadida.

De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón (AAC o AHA, por sus siglas en inglés) la cantidad máxima tolerable de azúcar para una mujer no debe ser mayor a cinco cucharadas. Con un plato normal de cereal se cubre el 85% de la cantidad total para una mujer.

Para un niño equivaldría del 106 al 141% de la cantidad máxima tolerada, la cual es de 3 a 4 cucharadas de azúcar, de acuerdo con la AAC.

Para un hombre cubriría el 61% de la cantidad máxima tolerable, que es de siete cucharadas.

Es importante mencionar que el producto se publicita como una opción para “mantenerte en forma” o inclusive bajar peso (ver comercial http://www.youtube.com/watch?v=YMVE5Onjih8).

Con las cantidades tan elevadas de azúcar que contiene cada plato este producto dista mucho de ser una buena opción para mantenerse en forma y mucho menos para bajar peso, ya que el alto consumo de azúcar se ha asociado a un mayor riesgo a padecer obesidad y diabetes [ver Vasanti S Malik, et. al. «Intake of sugar-sweetened beverages and weight gain: a systematic review», descargar (PDF, 163 Kb)].

Además, se ha observado que los altos consumos de azúcar provoca adicción, por lo cual, una vez que se convierte en hábito, es mucho más difícil dejarla de consumir [ver Carlo Colantuoni, et. al. «Evidence That Intermittent, Excessive Sugar Intake Causes Endogenous Opioid Dependence», descargar (PDF, 200 Kb)].

Es preocupante que la población cada vez tenga mayor acceso a este tipo de productos y que éstos se hayan convertido en parte de la ingesta cotidiana.

Los cereales de caja se utilizan como opción para desayuno o merienda. Existen personas que lo llegan a consumir diario en ambas ocasiones con la creencia de que están consumiendo un producto saludable.

 

Fibra:

El total de fibra por plato es de 6.6 gramos.

Esta es una cantidad de fibra baja para un adulto, ya que la recomendación de fibra que debe consumir un adulto para todo un día es de al menos 25 gramos y para un niño o adolescente el consumo de fibra recomendable es de 19 a 25 gramos al día.

Lo realmente importante es que la fibra provenga de distintas fuentes, como de granos enteros, frutas y verduras (ver http://www.who.int/dietphysicalactivity/publications/trs916/en/gsfao_obesity.pdf).

Se ha demostrado que las dietas bajas en fibra aumentan el riesgo de cáncer colorrectal (ver http://www.cancer.gov/espanol/tipos/necesita-saber/colonyrecto.pdf).

 

Sodio:

Por plato contiene 388 miligramos o el 16.1% del requerimiento total de sodio para un adulto, que es no más de 2,400 miligramos.

De acuerdo con el semáforo inglés para productos industrializados se establece que un producto que contenga entre 120 y 600 miligramos de sodio por cada 100 gramos de producto, es considerado moderado en sodio (ver http://www.food.gov.uk/northern-ireland/nutritionni/niyoungpeople/survivorform/bestreadbefore/signposting).

La relación directa entre mayor consumo de sodio y valores elevados de presión arterial se demuestra en diversos estudios.

La ingesta de sodio en la población ha incrementado considerablemente, ya que la dieta tradicional mesoamericana ha cambiado para ser sustituida por lo que se le ha denominado la dieta occidental o alimentación basada en productos industrializados altos en azúcares, grasas y sal. Solo algunos productos industrializados están exentos de sodio (ver http://hyper.ahajournals.org/content/47/2/296.full.pdf+html).

 

Etiquetado:

El etiquetado frontal contiene la silueta de una mujer esbelta, alargada, con el nombre del producto “Fitness” grande y la última letra abrazando el brazo de la silueta.

Esto hace alusión a que con este producto estarás en forma, ya que la traducción de “Fitness” es estado físico, luego enlazado con la silueta de la mujer delgada alargada.

Debajo del título dice “fruits” y con una cuchara grande del cereal haciendo visible la fruta seca.

En la esquina inferior izquierda se observan imágenes de varias frutas. Los colores son muy llamativos y hacen creer que el producto contiene grandes cantidades de fruta, pero no es así.

Contiene una leyenda grande en la parte superior derecha que dice «Hecho con CEREAL INTEGRAL». Y aunque sí es hecho con cereal integral, la cantidad en realidad es mínima.

Por otro lado, en la parte superior izquierda se muestran las GDA (Guías Dietarias de Alimentación) generados y utilizados por la misma industria.

La información que se muestra no se puede considerar “guía”, ya que en realidad lo que hace es confundir al consumidor.

Un ejemplo es que en la información se utilizan denominaciones como “% de los requerimientos diarios recomendados”.

Los organismos internacionales no establecen una “recomendación” de azúcar añadida, sino una cantidad máxima tolerable.

La AHA indica ingestas máximas tolerables de azúcares del 5% y la OMS no más del 10% de las calorías totales.

La industria de alimentos y bebidas no maneja estos criterios; por el contrario, ha generado sus propios criterios que carecen de validez científica.

Otro ejemplo claro son los valores de azúcar que se proporcionan.

Los valores de azúcar que se establecen en el etiquetado son del 11.8%; sin embargo, de acuerdo con las cantidades máximo toleradas de azúcar acorde a criterios internacionales, los porcentajes son totalmente distintos.

En este sentido, el porcentaje de azúcar sería del 85% acorde a la AHA y acorde a la OMS cubriría un 42% de la cantidad máxima tolerada.

El tipo de información que utiliza la industria en los etiquetados frontales no tiene sustento científico; se ha demostrado que engaña y desorienta a los consumidores, en lugar de orientarlos.

Este tipo de información induce a creer que las cantidades de calorías, grasas, sodio o azúcar, son bajas, cuando en realidad no lo son.

Además, la industria no siempre resalta los mismos nutrientes o utiliza la misma información: adecúan qué tipo de información resaltar, dependiendo del tipo de producto.

En el etiquetado lateral izquierdo se proporciona información acerca de los beneficios del desayuno y la imagen de una familia feliz corriendo, mientras que en la parte posterior se sugiere un «Plan Cereal Fitness» que consiste en tres pasos: 1) Empieza bien. Desayuna Cereal FITNESS; 2) Come equilibrado; y 3) ¡Actívate!… Haz ejercicio. Esto confunde al consumidor haciendo creer que es un producto saludable y recomendable cuando no lo es, ya que contiene altas cantidades de azúcar, lo que no es saludable en absoluto.

El Poder del Consumidor ha demandado a Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) para que exista una regulación a la industria y no se permitan este tipo de etiquetados.

No hay que olvidar que el etiquetado es la única orientación que el consumidor realmente tiene para conocer cuál es la calidad nutricia de los productos industrializados.

Es importante que el etiquetado no induzca al error, puesto que está claramente establecido en la norma oficial de etiquetado, NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que la información no debe inducir a error y debe ser clara (ver http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5137518&fecha=05/04/2010).

El engaño publicitario de estos productos no sólo es en el etiquetado mismo, sino que también los comerciales son engañosos.

Además existe en internet una página que es de Nestlé TV, en donde se promocionan todos los cereales Nestlé como opciones saludables por contener “algo” de cereal integral (ver http://www.youtube.com/watch?v=dRvgo8FCgrQ).

 

Ingredientes:

Mezcla de cereales (trigo integral 30.9%, arroz y maíz –no establece si el arroz y maíz son integrales también–), mezcla de frutas deshidratadas (22% –y dentro de la mezcla de frutas contiene azúcar–), azúcar, salvado de trigo, jarabe de maíz de alta fructosa, extracto de malta, sal, mono y diglicéridos, vitaminas y minerales.

Contiene tres diferentes tipos de endulzantes y el azúcar se menciona dos veces.

Por otro lado, se observa que en total contiene 34 ingredientes.

De acuerdo con el investigador Michael Pollan, cualquier producto que contenga más de cinco ingredientes no es recomendable.

 

Valoración general:

No recomendado para consumo habitual.

Se puede consumir esporádicamente o como postre.

No recomendable para bajar peso.

 

Alternativa:

Tu propio cereal casero, con mezcla de cereales enteros: amaranto con avena, un poco de linaza y fruta finamente picada. Se puede añadir miel de abeja en lugar de azúcar.

No olvidemos que la obesidad es una enfermedad y además es una epidemia, que se presenta porque existe “algo” en el ambiente que está enfermando a la gente. A diferencia de otras epidemias que se han presentado en la historia, aquí entre lo que nos está enfermando se encuentra el consumo de productos ultra industrializados a lo que se le ha denominado la “dieta occidental”, que consiste en el alto consumo de productos con concentraciones elevadas de azúcar, grasa, sal, harinas refinadas y bajos en fibra.

La obesidad no es una cuestión de “decisión personal”, ya que existe un fuerte engaño con referencia a lo que consumimos (Lustig, 2010. http://www.youtube.com/watch?v=277MKP7uV5g).

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