Una amenaza, los alimentos en las escuelas

30 mayo 2011. La baja calidad de los alimentos autorizados por la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación Pública para su venta en las escuelas representa una amenaza para la salud y mantiene el deterioro de los hábitos alimentarios de los menores concluye un estudio presentado por la plataforma de organizaciones sociales Consumidores.

En estudio realizado por la Organización El Poder del Consumidor demostró que de los 52 productos adquiridos al interior de los planteles escolares:

• El 87% rebasa la cantidad de azúcar tolerada para el refrigerio escolar.
• 41% de los productos se encuentra por encima del límite tolerado
• 25% presenta concentraciones de azúcar 200% mayores
• El 14% más del 300% y el 7% por encima del 400%.
• El 36% de estos productos excede el total de azúcar que se establece que un niño puede ingerir como máximo tolerable en todo un día.

Por categorías, el estudio reporta que el 92% de las bebidas, el 86% de los pastelillos, dulces y postres y el 75% de los yogures, rebasaron el límite de azúcar establecido en los Lineamientos.

“Es importante mencionar que ninguno de estos productos se estarían vendiendo en los planteles escolares si se hubieran mantenido los listados de productos no autorizados para su venta en los planteles escolares que formaban parte de la versión original de los Lineamientos, tal como la presentaron los secretarios de Educación y Salud públicamente en mayo de 2010. Estos listados desaparecieron tras la presión que ejercieron las empresas”, señaló la maestra en nutrición Xaviera Cabada, coordinadora de la campaña de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor y coordinadora del estudio.Por categorías, el estudio reporta que el 92% de las bebidas, el 86% de los pastelillos, dulces y postres y el 75% de los yogures, rebasaron el límite de azúcar establecido en los Lineamientos.

El 44.3% de los productos presentaron combinaciones de azúcar, grasas y sal, el 40.3% de azúcar y sodio y el 15.4% de grasa y sodio. Estas combinaciones se conoce que son adictivas y son utilizadas en alto grado por las empresas en los productos dirigidos a los menores para generar la adicción desde temprana edad y provocar que se consuman más estos productos. A estas combinaciones las empresas le llaman “los tres puntos del compás”.

Consumidores señaló: “Si el objetivo de los Lineamientos es supuestamente aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y la hidratación con agua, la permanencia de productos altamente procesados que están diseñados para atraer la atención de los menores, para que consuman más y desplacen el consumo de alimentos naturales, es una profunda contradicción que solamente muestra la incapacidad de las autoridades por proteger la salud de la infancia y ceder ante los intereses de las grandes empresas: la salud de la población sacrificada por el interés económico de unas cuantas empresas.

El estudio en sus conclusiones señala claramente: “La permanencia en las escuelas de alimentos altamente procesados a los que se ha añadido artificialmente colorante y saborizantes, aunque lleguen a reducir en el futuro sus concentraciones de azúcar, grasas y sal, mantendrá el desplazamiento de los alimentos naturales, los bajos consumos de frutas y verduras, cereales integrales y la hidratación con agua”.

Consumidores señaló: “Si el objetivo de los Lineamientos es supuestamente aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y la hidratación con agua, la permanencia de productos altamente procesados que están diseñados para atraer la atención de los menores, para que consuman más y desplacen el consumo de alimentos naturales, es una profunda contradicción que solamente muestra la incapacidad de las autoridades por proteger la salud de la infancia y ceder ante los intereses de las grandes empresas: la salud de la población sacrificada por el interés económico de unas cuantas empresas.

Por su parte, Alfonso Ramírez Cuellar, Presidente Nacional de El Barzón, señaló: “Las empresas argumentaron que la salida de sus productos de las escuelas provocaría la perdida de decenas de miles de empleos. Esta es una mentira, si las escuelas fueran abastecidas por los productores locales serían mucho más los empleos que serían creados y las economías locales se fortalecerían ya que más de 40 mil millones de pesos se quedarían ahí, sin salir de las comunidades en los camiones de refrescos, pastelitos y frituras de los grandes monopolios que mantienen en la malnutrición y el empobrecimiento a las poblaciones rurales”.

Dolores Rojas, coordinadora de campañas de Oxfam México, señaló: “La presencia de la comida chatarra en las escuelas refuerza la presencia de estos productos en las comunidades rurales donde su efecto no es solamente en salud sino también, gravemente, en la economía y generación de basura. Como lo demostró un estudio de El Poder del Consumidor en Guerrero un alto porcentaje de los menores consumen hasta tres veces al día refresco. El consumo de estos productos se vincula en muchos casos a la desnutrición. Cuando ese gasto se destina a consumir los alimentos de la región los menores salen de la desnutrición”.

Daniel Gershenson, presidente de Alconsumidor, declaró: “Estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos, únicamente para favorecer a empresas que fomentan comportamientos adictivos y ocultan el daño que producen sus productos mediante una publicidad confeccionada para engañar deliberadamente. Sin una regulación adecuada y mecanismos efectivos de resarcimiento del daño que ocasiona la comida chatarra, nuestro país permanecerá como un rehén: condenado a seguir produciendo récords mundiales de sobrepeso y obesidad”.

OTRAS FUENTES:
(1) Lineamientos para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los planteles escolares de educación básica. Agosto 2010. SEP.
(2) Asociación Americana del Corazón. Establece que los menores no deben consumir más del equivalente a 4 cucharadas cafeteras de azúcar (20 gramos=80 kilocalorías)
(3) Dr. David A. Kessler. The End of Overeating. Ed. Rodale.2009.