Música que nutre

29 marzo, 2012 | : Propuestas

Recomendaciones, por Rodrigo Maitiri

Marzo 21, 2012. Pókar mozartiano:

Compositor: Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Género: Barroco tardío-clasicismo

 
I.

Sonata para piano en Do mayor K.545
Intérprete: Sviatoslav Richter

http://www.youtube.com/watch?v=MqrSULskGoo

Esta es una de las sonatas más conocidas de Mozart, también es llamada Sonata Facile (Sonata Fácil), efectivamente por su sencilléz, pero no por eso menos valor. Tiene una fluidéz y expresividad exquisitas, sello típico de la obra Mozartiana.

Un dato curioso sobre esta sonata, es que a muchos seguramente nos transmitirá una ternura parecida a la imagen de un bebé, y Mozart la agregó a su catálogo tres días antes de la muerte de su hija Maria Anna, que tenía tan sólo seis meses de nacida.

Intérprete: Sviatoslav Richter

Richter fue un pianista soviético, considerado uno de los grandes del siglo XX. Tuvo una educación musical muy básica impartida por su padre, en todo lo demás fue autodidacta, con muchísimo esfuerzo, una gran sensibilidad y buen gusto.

Su estilo se caracteriza por una claridad cristalina en cada uno de los sonidos, fuerza en los acentos, una técnica fuerte (para muchos críticos, algo pesada), pero profundamente expresiva y envolvente.

 
II.

Sinfonía No.40 segundo movimiento K.550
Intérprete: Orquesta Filarmónica de Berlin, dirigida por Herbert von Karajan

http://www.youtube.com/watch?v=H295EQSlKYE

Interpretación simbólica de la pieza:

0:01-1:05 Todo comienza con la orquesta intentando elevarse, continuos intentos para siempre terminar regresando a la terrenalidad.

1:06 Aparece una voz celestial, aguda y elevada. Voz que la orquesta parecía estar invocando, pero aparece de un modo sutil.

1:17 La orquesta responde con admiración.

1:51 La voz divina aparece de nuevo dando la impresión de estar más elevada que la primera aparición.

2:19 A partir de ahí todo en la orquesta es invocación de esa voz, en ciertos momento en tono de reclamo desesperado, suplicando que vuelva a aparecer.

4:28 La orquesta parece cansarse de invocar.

4:47 Por alguna extraña razón la orquesta recobra los ánimos, las esperanzas.

6:27 La voz reaparece.

6:41 La orquesta se emociona hasta casi fundirse con la voz.

6:46-6:49 La orquesta grita de júbilo, son tres segundos de euforia muy sutiles marcados por seis notas repetitidas como fuertes exclamaciones de la orquesta.

6:53 La orquesta va descendiendo pero sigue en un estado extático, como de ensoñación

7:40 Aterriza por completo, resignados a que la voz divina se ha ido, pero ahora envueltos en una atmósfera de alegre paz.

 
III.

Der Hölle Rache (La Reina de la Noche) Aria de la ópera La Flauta Mágica K.620
Intérprete: Edita Gruberova

http://www.youtube.com/watch?v=FbKSwJpZzVQ

Una de las arias de ópera más famosas de la historia del repertorio para soprano, debido a su diicultad, sobre todo en las partes de los tonos agudos.

Esta aria parte de la emblemática ópera «La Flauta Mágica», considerada la cumbre de la obra operística de Mozart, ópera llena de simbolismos y mensajes masónicos.

La letra de esta aria trata del momento en que la Reina de la Noche pone en manos de su hija Pamina una daga para que vaya a matar a su rival Sarastro, con la amenaza de una maldición terrible si no cumple sus órdenes.

Intérprete: Edita Gruberova

Gruberova es sin duda una cantante ideal para interpretar esta aria, debido a su gran capacidad para alcanzar tonos agudos con mucha potencia y sin gran esfuerzo. Además de su gran fuerza dramática y expresiva.

 
IV.

Lux aeterna, final del Réquiem en Re menor K.626
Intérprete: Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por Karl Bohm

http://www.youtube.com/watch?v=UTuO-Wjzd3Q

Es la última de las partes que componen el Réquiem en Re menor, última obra de Mozart. La empezó a componer ya con un delicado estado de salud, abrumado por la muerte de su padre, sus ideas sobre el destino (llenas de la influencia de la masonería) y su mala situación financiera.

En realidad Mozart no terminó con su puño y letra el Réquiem, pero dejó todas las indicaciones necesarias para que su discípulo Xaver Süssmayr terminara y completara las partes restantes. Aunque en esta última parte no hubo tanta inventiva por parte de Süssmayr, ya que lo que hizo fue tomar extractos del Introito y el Kyrie, que sí fueron escritos enteramente por la mano de Mozart.

Es irónico que un ser como Mozart muriera componiendo una misa fúnebre, para ser enterrado en silencio, ante seis personas que fueron los únicos asistentes a su entierro.

Pero lo más interesante del Réquiem, es que al dejar todas las indicaciones de cómo armar las partes faltantes, Mozart, un ser que compuso música desde los cuatro años, siguió componiendo aún después de muerto.

* – * – *

Mozart comenzó su historia como un niño prodigio impresionante. A los cuatro años tocaba el clavicordio y comenzaba su labor de compositor, aunque fueran piezas cortas, tenían cierto grado de dificultad y elaboración. Podía leer partituras a primera vista y memorizarlas, además de tener una gran capacidad para improvisar frases melódicas. Recorrió Europa asombrando a cuanto monarca fue testigo de su talento. Creció y se convirtió en un joven compositor que logró la maestría en todos los géneros musicales de la época: sinfonía, música sacra, concierto, música de cámara y ópera.

Tuvo una vida llena de altibajos financieros y en cuanto al éxito de sus obras, pero nunca en términos creativos. No paró de componer hasta el último momento que pudo.

Se dice que Mozart no hacía correcciones a su música a la hora de componer, cuando la escribía lo hacía como si tuviera mentalmente la partitura terminada y sólo la estuviera pasando al papel.

Es sabido por sus cartas y por la gente que le conoció, que Mozart tenía una fascinación por los chistes y comentarios escatológicos, lo cual invitaba a cuestionarse: ¿Cómo de un ser tan vulgar y grotesco podía emanar una música de tal elegancia, dulzura y belleza?

La música de Mozart, desde sus obras más luminosas hasta las más obscuras tienen siempre un espíritu infantil: una carga de inocencia, una carga de sabiduría y una gran carga de divinidad. Tal vez es eso lo que hace que la música de Mozart sea tan poderosa, tan perfecta y tan eterna.

Murió a los 35 años, dejando 600 obras, de las cuáles muchas son consideradas obras maestras de la música universal. Obras que han marcado al mundo, que han tocado el corazón de millones de personas, pero sobre todo han hecho vibrar al niño interior que todos los humanos tenemos.

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Febrero 10, 2012. Un clásico del rock argentino:

Muchacha (Ojos de Papel).
Compositor e intérprete: Luis Alberto Spinetta (1950-2012)

http://www.youtube.com/watch?v=-6tGDgkzHb8

Luis Alberto Spinetta, más conocido como «el flaco», es considerado el padre del rock argentino junto con Charly García. Cada uno con su estilo, sus agrupaciones musicales y sus distintas aportaciones. En 1967 formó la agrupación Almendra y en 1969 grabaron su primer disco, tuvo bastante éxito y de él salió una pieza que se convertiría en un clásico del rock argentino: Muchacha (Ojos de Papel).

Tras la ruptura del emblemático grupo, formó varias agrupaciones a lo largo de su historia: Pescado Rabioso, Invisible, Banda Spinetta, Spinetta Jade, Spinetta y los Socios del Desierto, más sus proyectos de solista.

Spinetta siempre se distinguió por la creación de piezas de una complejidad musical ajena a su época y por una gran fuerza poética en las letras de sus canciones. A diferencia de Charly García que es la genialidad excéntrica y explosiva en persona, Spinetta y su música siempre fueron más cercanos a la nostalgia, al recogimiento, a una melancolía muy argentina y, sobre todo, a una necesidad de experimentación y significado.

Tuvo muchas facetas a lo largo de las décadas. Cosechó éxitos monumentales y también llevó a cabo proyectos que el público no recibió con el mismo agrado. Lo que es indiscutible es que no hay banda de rock argentino que no lo considere una figura paternal, una inspiración o por lo menos una figura digna de profundo respeto. Es más que sabida la gran admiración que sienten por él músicos de la talla de Fito Páez y Gustavo Cerati.

El propio Charly García, con ese egocentrismo que lo caracteriza, alguna vez que le preguntaron sobre la paternidad del rock argentino, él respondió: «Lo creamos Spinetta y yo, después… todos copiaron».

Muchacha (Ojos de Papel) es una joya del hippismo argentino que es pieza clave en la historia de Spinetta. Hoy en día es prácticamente un himno, no sólo del rock, sino de la juventud de su país. Es una oda al amor joven, fresco, profundo y libre, que ha sido y seguramente seguirá siendo cantada generación tras generación.

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Febrero 3, 2012. Revolucionar la tradición:

Almoraima.
Compositor e intérprete: Paco de Lucía.

http://www.youtube.com/watch?v=fccZqn5XToE

El flamenco es una música de origen andaluz (sur de España), atribuida al pueblo gitano pero llena de influencias árabes, judías y castellanas, es decir, todas las culturas que convivían en perfecta armonía en Al-Andaluz (la Andalucía de los siglos VIII al XV).

La guitarra en el flamenco siempre jugó un papel secundario, ya fuera acompañando el cante (forma de llamar al canto en la tradición flamenca) o acompañando el baile. A principios del siglo XX aparecieron los primeros concertistas de guitarra flamenca como Ramón Montoya, Niño Ricardo, Sabicas, entre otros. Pero no sería hasta la segunda mitad del siglo XX que la guitarra flamenca como instrumento solista enloquecería al mundo entero, gracias a la labor de un genio absoluto: Paco de Lucía.

Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía nace en 1947 en Algeciras, provincia de Cádiz, en Andalucía.

Hijo de un comerciante y guitarrista flamenco de medio tiempo, al terminar el 4o año de primaria la situación económica de la familia le obliga a abandonar la escuela. El padre de Paco decide que su hijo aprenda a tocar la guitarra para tener algo con qué ganarse la vida en un futuro, sin saber que de ese niño saldrá el mayor genio que el flamenco haya conocido y uno de los más grandes guitarristas de todos los tiempos… para muchos, el mejor.

A muy temprana edad, comenzó a llamar la atención con su velocidad, su claridad y su fuerza al tocar. Más tarde se unió a compañías de baile como guitarrista acompañante con las que realizó giras por Europa y los Estados Unidos.

Años después conoció al cantaor Camarón de la Isla, con el que formó la pareja flamenca más famosa de todos los tiempos, un cantaor con una afinación impecable, personalidad y una voz llena de intensidad cantando las composiciones de un virtuoso y revolucionario guitarrista. Juntos fueron como el Lennon-McCartney del flamenco.

Paco de Lucía continuó con su carrera de solista, cosechando éxitos y fama en España, pero sobre todo en países como Inglaterra, Alemania y Japón. Cada nuevo disco superaba el anterior, impactando a las multitudes y generando polémica, ya que integró al flamenco muchos elementos que en aquella época eran más que ofensivos para los ortodoxos del género.

Por mencionar algunas de sus aportaciones:

– Modificó la posición típica de la guitarra, que solía tocarse apoyada sobre la pierna derecha, con las dos piernas al mismo nivel, con los pies apoyados en el piso. Paco cruzó la pierna derecha sobre la izquierda (lo cual fue tomado como una gran falta de respeto en su tiempo) lo cual le permitió abarcar todo el brazo de la guitarra, cosa que no permitía la posición tradicional.
– Introdujo a su música el cajón peruano. Fue tal la aceptación de este instrumento que hoy en día es más conocido en el mundo como cajón flamenco.
– Creó una nueva armonía flamenca introduciendo elementos del jazz, respetando en todo momento la naturaleza musical del flamenco. Y al mismo tiempo rescató y reforzó los tintes árabes de esta música.
– Inventó su propia técnica para alcanzar velocidad y fuerza en la interpretación, misma que todos los guitarristas flamencos de la actualidad emplean.
– Fue el primero en introducir al flamenco instrumentos como congas, bongóes, bajo eléctrico y flauta transversal.

El flamenco que podemos escuchar hoy en día emana de dos fuentes, una es la que culturas y generaciones a lo largo de siglos fueron forjando; y la otra la de un hombre, un genio, que en menos de medio siglo lo reinventó, fortaleciendo a su vez ese pasado, impactando en el presente a toda la humanidad y dejando un legado para todos los guitarristas de las generaciones futuras.

Almoraima es una pieza del disco con el mismo nombre, del año 1976, en la que podemos escuchar sin lugar a dudas, a un Paco de Lucía en la cumbre de su juventud, de su virtuosismo y de su capacidad creativa. Disco que fue un parteaguas en la historia del flamenco y que coronó a Paco como el mayor guitarrista flamenco de todos los tiempos.

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Enero 20, 2012. Una pieza, tres virtuosos:

Las Cuatro Estaciones – Invierno – segundo movimiento (1725), de Antonio Vivaldi.
Interpreta: La violinista Anne-Sophie Mutter con la Filarmónica de Berlín, dirigida por Herbert Von Karajan.

http://youtu.be/ZOhlg8uYja0

Las Cuatro Estaciones son cuatro conciertos para violín y orquesta que forman parte de la Opus 8 «Il cimento dell’armonia e dell’inventione» (El cimiento de la armonía y de la invención), de Antonio Vivaldi (1678-1741).
Esta obra fue un parteaguas en la época barroca, debido a que además de cimentar la estructura del concierto como forma de creación, cautivó por lograr darle a la música una función descriptiva y pictórica inimaginable en aquel tiempo.
En el caso del segundo movimiento de Invierno, podemos visualizar la Europa invernal, nevada, en una época de recogimiento y profundo vínculo con el fuego de la chimenea, sistema de calefacción de aquella época. Tal vez a algunos les surja una sensación de melancolía, tal vez algo de tristeza o de dulzura, pero lo innegable es que es una pieza que evoca imágenes y sensaciones profundas en cada uno de nosotros, como lo hizo con la gente de su tiempo y como lo ha seguido haciendo a través de los siglos.

Antonio Vivaldi:
Compositor y virtuoso violinista veneciano del periodo barroco, conocido como «El Sacerdote Rojo» debido a que era pelirrojo y en efecto sacerdote(aunque nunca ofició una misa bajo la excusa de tener un delicado estado de salud, mismo que nunca le impidió emprender giras por toda Europa como músico y compositor).
Logró crear un nuevo modo de concierto, donde la orquesta dejó de ser un fondo acompañante del solista para convertirse en un relieve con muchos planos sonoros.
Comenzó asombrando a toda Europa con su técnica violinística, luego cautivó y transformó la música con su etapa de compositor de conciertos y, en la última etapa de su vida, se dedicó sin éxito a la composición de óperas. Murió en Viena, en un extraño e injusto olvido por parte del público e incluso de muchos de sus colegas a los que transformó con su música. Fue hasta el siglo XX que la obra de Vivaldi fue rescatada del olvido, interpretada, difundida y grabada por las grandes orquestas.

Anne-Sophie Mutter:
Violinista alemana mundialmente aclamada, fue invitada a los 13 años por el maestro Karajan para tocar con la Filarmónica de Berlín. Su estilo interpretativo se distingue por un sonido potente, lleno de fuerza y de gran énfasis en la claridad al adornar las frases musicales. Es un estilo que no da lugar a titubeos: con Mutter cada nota está afirmando de manera contundente y cristalina.

Herbert Von Karajan:
Director de orquesta austriaco, uno de los más grandes de la historia. Dirigió a la Filarmónica de Berlín durante 35 años, realizó más de 900 grabaciones y vendió más de 300 millones de discos. Fue una figura polémica debido a su pasado político relacionado con el nazismo, a su eterna actitud egocéntrica al momento de dirigir y a muchos otros rasgos poco favorables. Pero incluso sus más duros críticos no pueden negar su enorme aportación a la música, su talento y su genialidad.

En esta pieza convergen tres monstruos, para cimbrar nuestras almas.

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Enero 13, 2012. La identidad de un instrumento:

Recuerdos de la Alhambra
Compuesta por Francisco Tárrega e interpretada por Andrés Segovia

http://www.goear.com/listen/f94cf70/recuerdos-de-la-alhambra-francisco-tarrega-andres-segovia

El compositor y guitarrista español Francisco Tárrega (1852-1909) es conocido como «El padre de la guitarra» debido a que fue él quien perfeccionó y cimentó la técnica de la guitarra clásica, además de haber compuesto todo un repertorio de obras maestras y transcripciones para este instrumento.

En 1896 compone Recuerdos de la Alhambra tras su visita al más impresionante y bello de los palacios árabes en España. Pero debieron pasar décadas antes de que la pieza saltara a la fama mundial, gracias a la labor de difusión guitarrística de Andrés Segovia.

El guitarrista español Andrés Segovia (1893-1987) logró elevar –con esfuerzo– la importancia de la guitarra al nivel de instrumentos como el piano y el violín. A los 14 años hizo su debut, teniendo la osadía de ofrecer un concierto en el que interpretó piezas de Bach de las cuáles él mismo hizo la transcripción para guitarra. El público fue escaso, pero las reseñas manifestaron asombro, ya que era impensable en aquella época que un instrumento considerado vulgar fuera capaz de expresar la música de Bach. Al poco tiempo la fama de Segovia comenzó a crecer y a trascender los límites geográficos, hasta llevar a cada rincón del mundo la nueva imagen de la guitarra como instrumento serio, profundo y digno de las principales salas de concierto.

Observaciones:
Recuerdos de la Alhambra se caracteriza por el uso de una técnica guitarrística llamada trémolo, que consiste en hacer sonar la misma cuerda con los tres dedos de la mano derecha de manera rápida y repetitiva, dando así la sensación de que el sonido se prolonga y vibra al mismo tiempo. Lo interesante de esta técnica (se dice que fue inventada por Tárrega), en esta pieza, es que da la sensación de agua corriendo, lo cual hace una clara evocación de las múltiples fuentes que llenan con su suave sonido todo el Palacio de la Alhambra.

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Enero 6, 2012. Los buenos propósitos:

Change the World, Eric Clapton (1996).

http://www.goear.com/listen/40a20b0/change-the-world-eric-clapton

Grabada en 1996, la RIAA (Recording Industry Association of America) la colocó en el lugar #270 de la lista de las Canciones del Siglo XX. Además, ocupó el lugar 5 de la lista Billboard Hot 100 y recibió dos premios Grammy.

Por qué la recomendamos:
La celebración del Año Nuevo alrededor del mundo trae consigo el pretexto ideal para proponernos el cambio de hábitos, de actitudes, de vida. Es una época en la que se cree más que nunca en la posibilidad de que el mundo cambie.

El maestro Eric Clapton, uno de los grandes músicos en la historia del rock, nos da el pretexto ideal para mantenernos en la sintonía del cambio, de la transformación y no permitir que todo lo que nos planteamos en medio de la celebración decembrina se esfume a los pocos días.

La letra de la pieza Change the world comienza con la estrofa «If I could reach the stars, I’d pull one down for you. Shine it on my heart, so you could see the truth» (Si pudiera alcanzar las estrellas, bajaría una para ti, la haría brillar en mi corazón, para que vieras la verdad). La pieza trata de aquellas cosas que a uno le gustaría modificar por amor, que es la raíz de todos los cambios, amor a la libertad, a la justicia, a otra persona, al planeta, a la humanidad o a la vida. Cada estrofa cierra con el estribillo: «Baby, if I could change the world» (Nena, si yo pudiera cambiar el mundo), acompañado de un pequeño coro estilo gospel. En esta pieza Clapton deja de lado la velocidad y virtuosismo bluesísticos que caracterizan sus canciones para regalarnos una pieza dulce, esperanzadora, de un gran valor emotivo y musical.

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Diciembre 30, 2011. Otro ángulo decembrino:

White Christmas (Blanca Navidad) en la versión de Joe Pass, de su álbum Six-String Santa (1992).

http://www.youtube.com/watch?v=RHlg6xjzbI4

Por qué es un clásico:
La pieza original escrita por Irving Berlin en 1942 es un clásico por el simple hecho de que desde aquel entonces, se canta y se escucha en diciembre, año tras año, en todo el planeta y en distintos idiomas. A los que no son amantes de los villancicos, Blanca Navidad seguramente les parece algo letárgica, aburrida o incluso insoportable, pero el arte de un jazzista como Joe Pass transformó esta pieza en una melodía mágica, dinámica, conmovedora, interesante. Y a aquellas personas a las que les gusten los villancicos, de seguro les encantará esta versión.

Algunas observaciones:
Es interesante como Joe Pass modifica todos esos espacios que en la versión original quedarían vacíos o con una nota prolongada y los rellena con escalas, texturas, juegos y frases improvisadas, es como si estuviera haciendo comentarios entre líneas. Algo muy común en los jazzistas y sus versiones de piezas populares. Vale la pena observar un detalle gracioso y muy típico en la tradición jazzística que se rige por el flujo de ideas en el instante: en el minuto 3:02, ya para cerrar la pieza, Pass deja de lado White Christmas y decide insertar unos segundos de la melodía de Jingle Bells, como una probada nada más, como un impulso, como una pincelada final de un color distinto al que llevaba en toda la pieza. Así cierra esta maravillosa versión de un clásico de Navidad, interpretada por un clásico del jazz.

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Diciembre 23, 2011. Una de las piezas más escuchadas en esta época del año:

El Mesías, de Georg Friedrich Händel

Interpretación recomendada: Gabrieli Consort and Players, dirigidos por Paul McCreesh

http://www.goear.com/listen/4d452b3/hallelujah-george-frideric-handel

Por qué recomendamos esta interpretación:
Porque Gabrieli Consort and Players es una agrupación especializada en música antigua, tratando siempre de llegar a la interpretación más cercana a la original, es decir, al modo interpretativo de la época y el lugar. Esta versión del «Aleluya» es ligeramente más rápida que la mayoría, con la afinación de la época y con un coro menos imponente que los que tenemos hoy en día en las orquestas sinfónicas. Es decir, seguramente esto es lo más cercano que tenemos a cómo sonó ese «Aleluya» de Händel en el momento de ser representado en vida del maestro.

Acerca de la obra:
El Mesías pertenece a la época del barroco. Esta obra le salvó la vida a Händel, por ser la pieza que logró poner de pie a Jorge II, rey de Inglaterra e Irlanda al momento de escuchar el «Aleluya». Por eso, es tradición en Inglaterra que la audiencia se pone de pie cuando la interpretación de El Mesías llega al «Aleluya».

Un poco de historia:
Händel, de 56 años, se encontraba en la peor situación de su historia: enfermo, devorado por la crítica inglesa, sin el apoyo del rey con el que siempre había contado, con posibilidades de ir a prisión por sus deudas, deprimido, mal alimentado y sin inspiración. De pronto, como tocado por el cielo, como él mismo lo llegó a describir, comenzó a trabajar de manera frenética en la composición de un oratorio: El Mesías. Tras 14 días con sus noches, lo termina y lo estrena en Dublín con gran éxito, pero no es hasta su representación en Londres que sucedió lo inesperado. La sala estaba repleta, algunos asistían por admiración, muchos asistían para poder seguir despedazando a Händel con sus críticas, otros tantos seguramente, por curiosidad. Pero lo que fue determinante en esta historia es que asistió Jorge II, rey de Inglaterra e Irlanda. La obra transcurrió y en el momento en que comenzó el «Aleluya», el rey se puso de pie en señal de exaltación, lo que provocó que se pusiera de pie el público entero. La obra culminó en un estruendoso aplauso por parte de la multitud. A partir de ese momento, Händel recobró su prestigio y pudo volver a obtener buenos ingresos con sus obras y saldar sus deudas.

Sin embargo, Händel decidió que nunca iba a recibir ganancias por las presentaciones futuras de El Mesías. En sus propias palabras: «No quiero percibir dinero por esta obra. Jamás admitiré dinero, jamás. Estoy en deuda con alguien por ella. Será siempre para los enfermos y los presos. Yo mismo estaba enfermo y gracias a esa obra he sanado; me encontraba preso y ella me liberó».

Al paso de los años, cada generación ha vibrado con el sentimiento exaltado de sanación y libertad que infunde esta pieza.