Radiografía de… Peñafiel Limonada (600 ml)

La información contenida en esta radiografía de producto, podría tener modificaciones debido a la reformulación que la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados realiza constantemente. Te sugerimos que verifiques la fecha de publicación de la radiografía.

24 junio, 2013 | : Análisis de productos

• Una botella contiene 11 cucharadas cafeteras de azúcar.
• Cubre del 157 al 220% del máximo diario tolerado de azúcar para un adulto y del 275 al 366% para un niño.
• Segundo ingrediente es fructuosa, que promueve una mayor generación de grasa en hígado y se ha asociado a enfermedades como el síndrome de resistencia a la insulina y elevación de triglicéridos en sangre.
• Mejor hazte una limonada casera con agua mineral endulzada con piloncillo o azúcar mascabado.

24 junio 2013. Peñafiel Limonada contiene las mismas cantidades de azúcar añadida que cualquier otro refresco común.

Observa la radiografía con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.

 

Peñafiel Limonada 600 ml, agua mineral con jugo (2½ vasos aprox.):

 

Azúcar:

55 gramos de azúcar por botella, lo cual equivale a 11 cucharadas cafeteras de azúcar.

Esta cantidad cubre del 157 al 220% del máximo diario tolerado de azúcar para un adulto, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón. Cabe recordar que la cantidad de azúcar máxima tolerada para un adulto es de 5 (mujeres) a 7 (hombres) cucharadas cafeteras para todo un día.

Una botella de esta bebida para un niño cubre del 275 al 366%, ya que la ingesta máxima tolerada de azúcar añadida para niño, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, es no mayor a 3 a 4 cucharadas cafeteras.

Hay personas que deciden consumir Peñafiel como una opción alterna al refresco, ya que es “agua mineral con jugo” como se establece en el etiquetado frontal. Sin embargo, Peñafiel Limonada contiene las mismas cantidades de azúcar añadida que cualquier otro refresco común.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la máxima cantidad de ingesta de azúcar añadida no debe exceder el 10% del requerimiento energético total sin superar un equivalente a 200 calorías o 10 cucharadas cafeteras.

Una sola bebida de este tipo excede todo criterio de organismos tanto nacionales como internacionales.

 

Sodio:

100 miligramos. Todas las bebidas azucaradas (y no azucaradas) contienen sodio.

De hecho, la gran mayoría de los productos empaquetados contienen sodio.

En la actualidad uno de los principales problemas de salud que observamos en la población es la hipertensión.

Y, justamente, el alto consumo de sodio se asocia a padecimientos como la presión alta (hyper.ahajournals.org/content/47/2/296.full.pdf+html).

 

Colorantes:

Contiene colorantes asociados a cambios en la conducta como hiperactividad y déficit de atención en niños, como la tartrazina (amarillo 5).

Además, contiene benzoato de sodio, que también está asociado a cambios de conducta en niños (www.cspinet.org/new/pdf/bateman.pdf).

 

Ingredientes:

Agua mineral, fructosa (ver comentario más adelante sobre fructosa e impacto metabólico), ácido cítrico, concentrado peñafiel limonada con jugo (no establece qué contiene este concentrado, pero se establece que el jugo presente es para dar sabor), saborizantes naturales e idénticos al natural (pero no es natural), sorbato de potasio, benzoato de sodio (conservador), EDTA, colorante artificial amarillo 5 (no entendemos por qué añadir amarillo).

El segundo ingrediente es un tipo de azúcar. En este caso se establece claramente que el tipo de azúcar es fructosa, por lo cual se proporciona mayor información al consumidor, lo que constituye un aspecto positivo.

El metabolismo de la fructosa es un poco distinto al del azúcar de caña. La fructosa promueve una mayor generación de grasa en hígado y a largo plazo genera una patología llamada “hígado graso de etiología no alcohólica”. El alto consumo de fructosa se ha asociado también a enfermedades como el síndrome de resistencia a la insulina (ajcn.nutrition.org/content/76/5/911.full.pdf+html) y a otros padecimientos metabólicos como una elevación de triglicéridos en sangre.

 

Etiquetado:

El etiquetado es muy atractivo. Tiene la imagen de una montaña con un glaciar en la punta, el título «Peñafiel» al centro, justo debajo dice «Limonada» en letras verdes y debajo de esa leyenda dice «agua mineral con jugo», con un asterisco.

Y justo en el asterisco se desglosan los ingredientes donde se establece que el jugo es para dar sabor. Consideramos que es algo positivo se aclare expresamente que el jugo presente en el producto es para dar sabor y no caer en el engaño al consumidor.

En la parte inferior del etiquetado se observa la imagen de un vaso de cristal con hielos y limonada, con la imagen grande de una rebanada de limón en el vaso.

Todo induce a creer que es, como se establece en la leyenda frontal, agua mineral con algo de jugo, es decir, una limonada. Sin embargo, la cantidad de azúcar es excesiva para ser una simple limonada. Cualquier persona al preparar un vaso grande de limonada jamás añade 11 cucharadas cafeteras de azúcar.

Es importante mencionar que frecuentemente la gente cree en los etiquetados frontales y por ningún lado a simple vista una persona podría determinar que el presente productor contiene 11 cucharadas de azúcar.

Es frecuente que las personas utilicen Peñafiel como alternativa saludable a los refrescos, con la idea de que es sólo agua mineral con algo de jugo o sabor, cuando observamos que no es tal. Contiene la misma cantidad de azúcar que un refresco regular.

 

Valoración general:

No recomendado para consumo habitual ni para adultos ni para niños.

La cantidad de azúcar es excesiva, lo cual se asocia a tener mayor riesgo a padecer diabetes mellitus a mediano y largo plazo.

Consumir bebidas azucaradas con tanta azúcar es de alto riesgo, pues se han comprobado asociaciones directas entre el alto consumo de bebidas azucaradas y padecimientos como obesidad, diabetes, síndrome metabólico (www.youtube.com/watch?v=277MKP7uV5gl).

No vale la pena exponer al organismo a recibir algún daño a través de la ingesta de dichas bebidas, siendo que existen alternativas totalmente viables y mucho más baratas.

 

Alternativa:

Limonada casera con agua mineral endulzada con piloncillo o azúcar mascabado (si no se tiene acceso a ellas, utilizar azúcar normal).

Nota: por más dulce que sea la limonada que se prepare de forma casera, jamás contendrá 11 cucharadas de azúcar, ya que nuestro organismo no nos permitiría ingerirla. En el caso de este producto se diluye el sabor tan dulce al contener sodio y algunos ácidos.

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